Las calles empedradas de Cusco, bajo un cielo azul intenso, son el lugar ideal para caminar tomando un helado. Por eso hace cuatro años Alessandra Pinasco y su esposo Frank Cebreros decidieron dejar Lima y abrir su heladería en la ciudad imperial.
El inicio
Un regalo de matrimonio –una maquinita de hacer helados- había puesto en marcha, un año antes, su proyecto de cambiar de vida; antes de convertirse en El Hada y vender helados envasados desde su taller miraflorino, cerca del mar, Alessandra trabajaba en edición de textos, y Frank en ingeniería de sonido y desarrollo de tecnología para artistas. Para crear El Hada unieron fuerzas con Tarik D’Onofrio, primo de Alessandra. Para Tarik esta era una forma de recuperar el legado familiar; Pietro D’Onofrio di Resta, bisabuelo de Tarik y tatarabuelo de Alessandra, fue el fundador, con su esposa Rafaella, de la fábrica de helados D’Onofrio.
La heladería
Ahora en Cusco, El Hada es una heladería, confitería y espresso bar que ha obtenido consistentemente el puntaje máximo en la web de viajeros Trip Advisor, figura en las guías Lonely Planet y Frommer y, lo mejor, es recomendada de boca en boca por cusqueños y por viajeros que ya la consideran uno de los atractivos turísticos de la ciudad. El Hada se ha convertido en punto de reunión para locales y refugio para viajeros, que pausan en su tienda en el centro histórico para tomar un sundae, un sándwich de helado, un banana split con plátanos caramelizados, unos profiteroles o comer alguno de sus confites, que varían según el día: macarons, tiernos alfajores al estilo limeño, pie de frutas de su jardín, bolas de mozart, marshmallows y pasteles caseros. Para que la experiencia heladera sea completa, las haditas sirven el helado en conos crocantes, de vainilla o de limón, que se hacen a mano en la heladería. El café es esencial para ellos; con café cusqueño seleccionado Frank ha logrado la labor casi imposible de extraer un excelente espresso a 3400 m.s.n.m.
El universo de El Hada ha sido diseñado con cuidado para que desde que una persona entra a la tienda sienta que ha dejado de lado, al menos por unos instantes, el ritmo frenético de la vida diaria y las preocupaciones, y que ha ingresado a un mundo fantástico: al laboratorio de un hada, cuya misión es preparar pociones mágicas que dan felicidad a quien las prueba.
Los helados
En el exhibidor de la tienda rotan ocho sabores, de los más de cuarenta que Alessandra ha desarrollado con el tiempo. Todos están libres de colorantes, saborizantes y otros aditivos artificiales. Están hechos con frutas de estación, crema de leche, leche fresca que compran en el ordeño matutino en una granja cercana, huevos de corral y las mejores especias.. Compran sus insumos en mercados de productores y estamos atentos a las frutas que los sorprenden cada estación. “Vivir en Cusco nos ha permitido conocer insumos locales y desarrollar nuevas formas de utilizarlos. Así, entre nuestro repertorio está el helado de Hampi Rosa (una rosa silvestre con propiedades terapéuticas), el de Mazamorra Violeta (con harina de maíz morado), el de Muña (una hierba silvestre ligeramente mentolada) o el de Capulí, una baya de la zona”, comenta Alessandra. El airampo (el fruto de un cactus, utilizado tradicionalmente como desinflamante) es uno de los ingredientes favoritos de Alessandra, por el suave rosa que imparte a sus confites.
Parte de la misión de El Hada es descubrir el carácter original de los dulces peruanos y transformarlos en helado. Así, en fechas especiales su exhibidor está lleno de helados basados en dulces tradicionales cusqueños, como el de Empanadita Dulce, el de Wawa (por el pan en forma de bebé, tradicional el 1 de noviembre), o criollos, como el de Mazamorra de Cochino, el de Doña Pepa, el de Arroz con Leche (que toma tres horas preparar, hasta que tome punto en la olla), el de Melcocha. En Navidad prepara helados de Lebkuchen (las galletas alemanas especiadas), Panforte, Chocolate Caliente y Turrón.
El Hada en San Blas
El nuevo hogar de El Hada está en el que quizás sea el barrio más especial del Cusco, San Blas. Tradicionalmente el barrio de los artistas, es la cuna de las familias cusqueñas que han heredado el legado familiar, como los Mérida y los Mendívil. Sus calles empedradas de casas blancas y puertas azules o verdes lo hacen un destino único para pasear por la ciudad y es foco cultural también para la nueva generación de artistas jóvenes cusquenos. El Hada tiene como vecinos negocios encantadores de extranjeros y cusquenos. Nuestra nueva tienda, más amplia, es el lugar perfecto para planear el resto de tu viaje, tener una reunión de trabajo o creación, leer un libro o simplemente disfrutar el momento. Además de los helados y dulces que ya todos conocen y aman, tendremos mixtos hechos en pan brioche por El Hada, y una quiche cada día. Y pronto vienen más novedades desde nuestra cocina.
Dónde: Qanchipata 596, San blas, cusco. / 084-254102 / pocionesmagicas@elhada.net
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